lunes, 19 de octubre de 2009

18º Capítulo. Libro de Nyzia


Libro de Nyzia.

Los vestidos eran hermosos… y teníamos entre más de cuarenta para elegir. Y joyas… eran cajas y cajas llenas de joyas… y maquillaje… sombras para los ojos, lápices labiales de muchos colores, máscara para las pestañas, corrector facial, cremas para el pelo, para la cara, las manos, el cuerpo y zapatos por doquier. Esto era el paraíso.
-¡Nyzia por favor! ¡Ayúdame! –me gritó Belén sosteniendo una caja mientras otra se le caía. Sonreí y la ayudé. –Lleva esas también –me dijo señalándome la caja de zapatos que aún no entraban a la casa.
-Ya, espera.
Yo, como la representante de la moda de mis hermanas tenía la importante misión de encontrarle vestido a las tres para que se pudieran lucir en la fiesta que se iba a desarrollar en menos de seis horas más. Daniela estaba abriendo las cajas y tenía muchas cosas desparramadas por el piso. Gracias al cielo que los chicos, todos y sin excepción estaban en el subterráneo ensayando para esa noche y la parte de arriba de la casa era toda nuestra, aunque –como Belén lo había repetido todo el día –no había que fiarse de nada y es por eso que rápidamente llevamos las cajas desde la puerta trasera de la casa hasta nuestra pieza.
Tomé la última caja de zapatos que quedaba y entré a la casa llevándome un susto de muerte cuando vi a Junho sacando algo de la cocina –que es donde quedaba la puerta trasera.
-¡Ahh! –exclamé muy fuerte. La caja de zapatos llegó al piso y casi me aplasta los dedos de los pies que peligrosamente andaba trayendo con sandalias ese día. Junho me miró con la comida en la boca aún y me sonrió.
-Sorry –me dijo. Yo sabía que él no entendía el inglés como su hermano, así que tampoco podíamos hablar ni siquiera en esos términos.
Junho se apresuró a levantar la caja de zapatos y me acompañó hasta la pieza. No me sentía rara con él, era el hermano del chico que me gustaba, tenía que portarme bien así que cuando llegamos a la puerta le sonreí y estiré mis manos para que me pasara la caja. Junho entonces me quedó mirando de tal forma que me sentí incómoda; tenía una mano en el picaporte de la puerta y otra estirada para coger la caja y él por su parte tenía la caja y con la otra mano tomó la mía estirada y la olió.
-¡Shinny ven por-que…!
Daniela se quedó de pie un segundo y luego rápidamente me jaló dentro de la habitación tomando la caja y cerró la puerta. Una vez dentro me quedó mirando con cara de obviedad.
-¿Qué hacías con Junho así? –preguntó con tono insolente.
-No entiendo a qué te refieres… -le dije arrugando la cara.
-¿No te das cuenta de cómo te mira?
-No especialmente, no me quedo mirándolo mucho rato, no desde que puedo mirar a Xiah a mi antojo.
Daniela me chispeó los dedos delante de los ojos.
-Concéntrate. A lo mejor tú no te das cuenta, pero yo sí, así que por el momento si quieres mantener tu “relación” con Junsu, no te acerques a su hermano.
-Diri, no seas paranoica –le espeté un poco enojada. –No me puedes pedir que me aleje del hermano del chico que me gusta… ¿tú te alejarías de las hermanas de Max si vinieran?
-Eso es distinto porque yo…
-¡Nyzia necesito saber si este vestido me viene! –gritó Belén mientras se sacaba los pantalones para probarse lo primero que había encontrado, como siempre. Miré a Daniela y levanté los hombros.
-Tus raros pensamientos quedarán en suspenso. Ahora tengo trabajo que hacer.
Mi hermana se quedó de pie disgustada, pero era un crimen si no ayudaba a Belén a buscarse un vestido para la fiesta, porque por ella iba con una bolsa de basura encima y era feliz.
La selección de vestidos duró toda la tarde. No comimos ya que sabíamos que en la fiesta íbamos a hacerlo pero estuvimos muy tentadas de bajar a buscar algún bocadillo. Paloma comentó que podíamos ir a ver en la pieza de Max si él tenía algo y Daniela le tiró un almohadón a la cara para que se callara. Lo bueno de ser hermanas es que no puedes estar enojada con la otra por mucho tiempo por lo que al rato Daniela y Paloma jugaban a caminar con zapatos de diferente taco y muchas veces se cayeron una encima de la otra. Belén era un caso diferente.
-Este me gusta Nyzia. Este es perfecto –decía cada vez que le hacía probar un vestido.
-No Belén, vamos con el otro.
-Pero este es bonito…
Si yo no hubiera estado, estaba segura de que se hubiera puesto cualquier vestido eligiéndolo al azar, o sea cerrando los ojos y usar el primero que su mano tocara… ella siempre tan anti-moda.
Daniela es otro caso, le gustaron tres vestidos, y los tres se le veían hermosos, pero Belén desechó uno porque tenía un escote muy pronunciado y yo deseché otro porque era del mismo color del vestido de Belén. Al final se quedó con un vestido color crema que tenía la espalda descubierta y una gran rosa de género pagada a uno de los lados del vestido.
Paloma por otro lado no quería usar tacos y Belén le dijo que si los usaba sólo esa noche el castigo de no poder hablar con Hero se iba a terminar. Paloma lo dudó sólo unos minutos tras los cuales se calzó la sandalia negra de taco mínimo con lo que completaba su atuendo, además el vestido que yo le había buscado (uno azul marino de una sola manga con falda plisada y encaje blanco debajo) la hacía verse muy hermosa.
Yo por mi parte me probé la mayoría de los vestidos hasta el punto de que eran las 5.37 pm y aun no me había decidido por uno.
-¿Y este estará mejor? –pregunté a Belén que fue la primera en estar lista luego de que le encontrara un prendedor para el cabello que le hacía juego con el collar que llevaba. Su maquillaje podía haber sido mejor puesto que ella misma se lo había aplicado sin dejar que Daniela lo hiciera.
-Ése te queda igual que el anterior, y que el anterior a ese, y que el anterior al anterior de ese, y como todos los anteriores a ese… decídete de una vez.
-Pero es que… no sé… mira no con este no se me ve tanto la pierna…
-¡Y quien mugre te va a mirar la pierna! Nyzia, nos queda menos de cinco minutos para irnos… por favor.
Golpearon a la puerta y Daniela fue a abrir mientras dejaba a Paloma con los labios estirados para que le aplicara el lápiz labial.
-Belén. Es U-know.
Mi hermana mayor se puso nerviosa de repente y se levantó de la cama. No habíamos visto a los chicos salvo cuando Micky había golpeado la puerta diciendo que los del staff ya se habían ido y que podíamos salir sin problema. Belén habló un momento con el líder y luego avisó que ella se iría primero con él para guardar las apariencias.
-¿Y nosotras? –preguntó Daniela.
-Daniela se irá con Changmin, Yoochun, Jae y Paloma… no me gusta mucho la idea de ver a Paloma con ese individuo pero…
-Belén lo prometiste –le recordó mi hermana pequeña apuntando sus sandalias.
-Como sea –dijo Belén poniendo los ojos en blanco. –Nyzia se irá con Junsu y Junho.
Daniela soltó un gritito que hizo que Belén me mirara raro.
-¿Pasa algo Nyzia?
-Daniela que se pasa rollos… -suspiré y me volví al espejo porque ahora me había puesto nerviosa al saber que me iría con Xiah.
-Bueno, eso… adiós.
Belén salió de la habitación. Daniela rápidamente terminó de maquillar a Paloma y se echó una última mirada al espejo y comenzó a arreglar el bolsito que siempre andaba trayendo.
-Nos vemos Shinny –se despidieron luego de que Max golpeara la puerta para avisar que ya se iban y decirme que Xiah estaría esperando en el primer piso.
Me miré al espejo para maquillarme rápidamente (cosa que creo imposible) y comencé a ver que estaba temblando de puro nerviosismo. Cuando salí de la habitación (con el vestido de encaje plateado y vuelos de color blanco) sentía que no caminaba. Era como saber que avanzaba pero no sentir los pasos y creo que casi me desmayo cuando al bajar la escalera vi dos manos que me ayudaron en el último escalón. Y aunque me fijé solamente en cómo iba vestido Xiah (terno negro, camisa azul y corbata negra) noté que Junho me miraba más largo de lo permitido.
Tal vez Daniela tuviera razón, pero de eso iba a preocuparme después, porque ahora tenía a Xiah de mi mano, camino a una fiesta muy esperada.

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