lunes, 19 de octubre de 2009

19º Capítulo. Libro de Nyzia


Libro de Nyzia.

No tenía nada de hambre. La comida frente a mí me parecía repugnante y no porque no tuviera hambre, si no porque la situación a mi lado no era la mejor y más factible para comer. No tenía tiempo de pensar en llevarme alimento a la boca cuando Junho a mi lado se estaba comportando de manera muy rara y Xiah no se daba cuenta porque hablaba por teléfono con su madre.
Esperaba que Belén llegara pronto, que me sacara de esta situación y que le dijera a Junho que yo estaba con su hermano, que no era correcto lo que hacía… bueno, estos son los hechos.
Cuando bajamos de la limosina, luego de un hermoso viaje en el que Xiah no dejó de hacerme cariño y repetir la palabra beautiful muchas veces, tuve que prepararme para cumplir mi papel como la novia extranjera de Junho. Antes de bajarse, Xiah me dio un beso fugaz en los labios para darme ánimo y se despidió de mí. Junho entonces bajó y me ofreció la mano ayudándome a descender de la limosina. Entonces sentí eso que mi hermana Belén decía, la palabra divina y el sexto sentido que me hacía pensar que lo que hacía no era correcto. Miré a Junho rápidamente porque estaba segura de que la sensación provenía desde que le había tomado su mano. Entonces el hermano gemelo de Xiah me guiñó un ojo y me dijo algo en coreano que no me gustó para nada. No es que quiera dejarlo mal, para nada, pero la verdad es que me dieron ganas de correr detrás de Xiah y decirle que su hermano estaba raro conmigo, que me miraba más de la cuenta y que la forma de acariciar mi mano no era la correcta, independiente de si tenía que actuar como mi novio… Junho me sonrió y me hizo avanzar tirando de mi mano mientras yo no perdía de vista a Xiah quien conversaba con la prensa, con una mirada de súplica… y luego me di cuenta de que no podía andar así por la alfombra roja, era la novia de Junho invitada a compartir con gente famosa… o sea, tenía que cambiar mi actitud por el bien de los chicos.
Me quedé callada mientras caminaba hacia la entrada en compañía de Junho e iba a rogarle con la mirada a Xiah que me diera sólo unos segundos para hablar con él… o buscar a mi hermana mayor para que me salvara o…
La gente se quedó mirándome como si fuera una visión alienígena de la vida. Junho me tomó más fuerte de la mano porque de repente me dieron ganas de darme la media vuelta e irme. Vi a Belén poniéndose de pie para luego sentarse rápidamente con un chico que no reconocí pero que me dio mala espina igual porque no era Yunho, que es con quien ella debía estar. También vi a Daniela, pero ella no pareció percibirme porque estaba pegada mirando a Mike He y a Joe Cheng, mientras Max la miraba muy frustrado. Paloma me dirigió una mirada discreta y recordé que ellas, esa noche, no eran mis hermanas y me sentí más sola que nunca.
Las personas que se quedaron mirándome (cosa que no entendí) luego de un rato dejaron de hacerlo y volvieron a lo suyo. Una persona se acercó a nosotros tres, porque gracias a Dios Xiah ya había llegado junto a nosotros con lo que el agarre de la mano de Junho se aflojó un poco, y nos indicó nuestra mesa. Xiah se sentó sin dejar de mirarme, cosa que me puso muy tranquila, y Junho abrió una silla para mí. Nos sirvieron al rato, pero al mirar la comida y lo nerviosa que estaba no pude pobrar bocado. Xiah notó mi malestar y me preguntó con la mirada si algo andaba mal, pero Junho se apresuró a decirle algo con lo que su hermano se quedó más tranquilo.
Bufé desesperada porque Xiah se diera cuenta de las cosas, pero para más remate lo llamaron por teléfono y ya no me prestó la atención suficiente como para darse cuenta de lo incómoda que estaba.
Junho me miraba fijo cosa que me ponía nerviosa en suma manera, traté de pensar en algo más, en algo me llevara a otra galaxia porque estaba segura de que si pasaba más de cinco minutos pendiente de lo que él me hacía iba a terminar escapando lejos de todo eso. Entonces pasó junto a nuestra mesa la cantante Shakira, no es que ella me gustara, pero la mayoría de sus canciones eran muy lindas y me traían recuerdos de cuando era pequeña. Me acomodé dispuesta a levantarme pero la mano de Junho me retuvo fuerte. Lo miré con indignación al mismo tiempo en que Xiah cortaba el teléfono.
-Voy a ver si puedo hablar con ella –dije en español. Y muy rápido me solté de la mano de Junho quien tenía un anillo puesto que hizo que me hiriera la palma de la mano, pero no regresé. O era conversar en español con alguien además de mis hermanas o era quedarme nuevamente junto a Junho el cual me daba más miedo a cada instante que pasaba.
Caminé detrás de Shakira por más de un minuto sin atreverme a hablar con ella y cuando finalmente iba a hacerlo, o sea, que estiré mi mano para tocarle el hombro una persona pasó rápidamente empujándome hacia el lado haciendo que le manchara el terno con la sangre que tenía en la mano.
-Sorry… -dije mirando la enorme mancha roja que había en la chaqueta de la persona. Me sentí fatal, en especial porque me daba cuenta de que no la estaba pasando para nada bien en la fiesta y más encima el hermano de Xiah era muy fresco.
-No te preocupes –me dijo la persona con voz masculina en castellano.
-¿Eh?
Levanté la vista y tuve que apoyar mi pie izquierdo hacia atrás cuando me di cuenta de que era Kingone, actor taiwanés muy sexy quien me gustaba mucho. Al principio no podía creer lo que estuviera pasando, ¿a caso me había hablado en español? ¿Un chino? ¿A mí?... ¿en español?
-Yamapi me dijo que eras mexicana, ¿es cierto?
Abrí la boca para responder algo pero no me salió palabra… ¿mexicana… yo? Esto sólo debía de ser obra de Belén, la reina de las mentirillas blancas. Miré a Kingone que seguía sonriendo y entonces cambié mi expresión a arrepentimiento y me concentré en mi “acento” mexicano.
-De verdad lo siento, no, no sé como recompensarte, yo…
-Vamos a platicar, ¿te parece? –me preguntó.
Instintivamente miré hacia atrás, a la mesa que compartía con Xiah y su horrible hermano, ambos me observaban pero yo no podía volver aunque mi corazón me estuviera pidiendo a gritos que me sentara frente a ese chico tan hermoso que cantaba como ángel… con tristeza volví la vista hacia Kingone y asentí.
-Vamos –le dije.
Tal vez Xiah me odiara, pero podía aclarar las cosas luego, ahora no volvería junto a Junho por nada del mundo. A demás, estar con Kingone no iba a ser del todo malo, o eso esperaba.

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