lunes, 19 de octubre de 2009

19º Capítulo. Libro de Daniela


Libro de Daniela.

Max estaba sentado frente a mí sin dejar de mirarme. Estaba nerviosa, y él lo notaba y sabía perfectamente que no era por su causa. Que el hecho de que quisiera sentarme allí no era porque la vista era mejor, ni tampoco el sentarme en este lado era para vigilar a Paloma con Jun. También sabía que me reía nerviosa no porque estuviera con él en una especie de cena y sabía que era por el chico de la mesa del lado. Bueno, de los chicos.
Mike He y Joe Cheng hablaban en su idioma mientras comían lo que nos habían servido a todos lo que estaban en el salón principal a esa hora. Yo trataba de no mirarlos, más era por respeto a Max que estaba frente a mí notablemente enfadado que por gusto, pero que si hubiese sido por mí estaba toda la velada con los ojos pegados en sus rostros.
-Si quieres te los presento. –Me dijo Max.
Yo, que había estado los últimos cinco segundos pendiente de la carne que Joe se había llevado a la boca, me volví rápidamente hacia Max y me sonrojé.
-No es necesario, no quiero…
-No me mientas, Daniela. –Me dijo serio. Levantó las cejas y les echó una mirada a los actores taiwaneses sentados junto a nosotros. –Yo puedo presentártelos, no tengo problema.
-Ya te dije que no, caramba.
Max me quedó mirando un momento y luego bebió de lo que había pedido. Me sentí muy mal y me acerqué a él estirando uno de mis brazos para alcanzar su mano más cercana.
-No te enojes –le dije.
-No estoy enojado.
-Bueno, -le dije sonriendo. –Pero quiero que sepas que esta noche sólo existes tú.
-Por supuesto –respondió sarcástico.
-Lo siento Changmin, -le dije. –La verdad es que ellos me encantan, para qué te voy a mentir, pero yo ya estoy junto a ti así que…
-Así que no te queda de otra que observarlos arrepentida, qué bonito.
-Ya basta –le dije. –No quiero que te sientas mal, y de verdad lo siento. ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?
Si me decía que me alejara de los dos chicos junto a nosotros, lo encontraba muy difícil, porque no dos veces en la vida se está tan cerca de bellezas como ellos, es decir… ¡eran Mike He y Joe Cheng por Dios! Me encantaban desde hace más tiempo que el mismo Max… aunque él también tenía razón. Estaba en esta fiesta por ellos, para que él me cuidara y a su cargo. Belén me veía sola por los pasillos en compañía de otros chicos aunque estos fueran, vuelvo a repetir ¡Mike He y Joe Cheng!, no le iba a gustar nada la idea, y menos a mi Max.
-Vamos afuera. –Me dijo.
-¿Eh? –le pregunté sin entender.
-Vamos para afuera…
-¿Y para qué…?
-¿No quieres ir?
Entrecerré mis ojos justo en el momento en que veía que Micky se acercaba a nuestra mesa luego de que se hubiera ido del salón en compañía de U-Know. Max miró a su compañero y puso cara de fastidio.
-¿Molesto? –preguntó cuando se sentó.
-No / Sí –respondimos Max y yo al mismo tiempo.
Le lancé una mirada a Max para que fuera menos pesado con Micky pero no me pescó. Yoochun entonces se limitó a mirarme y sonrió.
-¿Has visto a tu hermana? –me preguntó.
-¿A cuál? –inquirí yo a mi vez. Micky se puso a reír y se pasó la mano por la frente.
-A la mayor –me dijo.
-Ah…
La verdad es que no la había visto desde la habitación. Miré a Micky y levanté los hombros sintiéndome culpable.
-La verdad es que no…
-Está conversando con el enemigo nº1 –respondió Max sin mirarme. Me sentí mal, una porque el chico la estaba pasando mal por mi culpa y mis ganas de salir corriendo detrás de Mike y Joe, y otra porque noté la pena en su voz. Micky al parecer notó que los ánimos no estaban bien y se levantó.
-Voy a buscar a tu hermana.
-¿Y para qué sería…?
-Já… creo que luego les contará –y se alejó sonriendo. Entonces me levanté de la silla también.
-¿Me perdí de algo? –inquirió Max sin entender mi reacción.
-Me voy –le dije. No pude dejar de notar que Joe y Mike me miraban desde la otra mesa, pero yo ya había tomado mi decisión.
-No, pero tú… no puedes irte, no sabes cómo llegar a la casa…
-¿Y quien dijo que iría a casa?
-¿Eh…?
-¿No me dijiste que fuéramos fuera? Pues vamos.
Estiré mi mano y esperé a que el chico me la sostuviera. Max me miró por unos segundos pensando en no se qué y luego sonriendo de pronto tomó la mano y me condujo fuera del salón.
-Ah, pero tengo una condición. –Le dije alcanzándolo porque caminaba muy rápido y me llevaba casi volando.
-Siempre hay una trampa –dijo mirándome hacia abajo. Le sonreí picarona y puse mi mejor cara de pena.
-Tú… puedes… ya sabes, luego… más ratito, no pido que sea ahora… puedes tú…
-Quieres que te los presente ¿no? –Me pilló. Yo le sonreí traviesa.
-¿Puedes?
-Pff… -Max miró hacia el frente y luego de un rato elevó la comisura de la boca por lo que supe que estaba sonriendo. -¿De verdad eso es lo que quieres?
-Sí… por favor… Changmin… te lo pido…
-Entonces así será… pero antes…
Max me tiró hacia un resquicio detrás de una columna en donde nadie podía vernos y me besó. Yo sonreí mientras tenía nuestros labios juntos y le tomé la cintura. Bueno, si este era el precio a pagar por conocer a Mike He y a Joe Cheng… iba a pagarlos cuantas veces a Max se le antojara.

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