lunes, 19 de octubre de 2009

18º Capítulo. Libro de Paloma


Libro de Paloma.

Hero me miraba raro. No es que me estuviera pasando rollos ni nada por el estilo, pero era la verdad. Me miraba como si supiera algo o si estuviera pensando mucho una cosa… pero no decía nada.
Cuando nos subimos a la limosina que nos esperaba en la puerta trasera (porque la de adelante estaba llena de fans y no entendía cómo Belén y U-Know habían pasado por allí) le dije a Jae que lo lamentaba por lo de los mp4, pero que no estaba de acuerdo en que me hubiera acusado de ser la autora intelectual (que después entendí qué era), que lo encontraba cobarde de su parte. Me dijo que no tenía porqué preocuparme de nada, porque al final mi hermana me había levantado el castigo sin embrago él todavía andaba sordo por la vida sin audífonos ni música… que era como vivir sin alma. El tipo era medio raro, pero aun así no podía dejar de gustarme y de sentir que estaba con él y que todo era un sueño.
-Paloma, siéntate aquí –me dijo Micky haciendo un espacio porque Hero estiró sus piernas y no me dejó sentarme donde iba a hacerlo. No me sentí mal, bueno, no tanto porque la verdad es que no entendía porqué se había enojado conmigo si a los dos nos había pillado y a los dos nos habían castigado y a los dos… Oh. Yo había sido la culpable de que nos hubieran pillado y si lo miramos desde ese punto la culpable de que le hubieran quitado sus preciados mp4. Quise disculparme de nuevo, pero Micky (siempre tan atinado él) no me dejó hablar con Hero por el momento y en cambio nos pusimos a conversar sobre artistas japoneses. Daniela por su parte trabajaba su acento para que se notara que era una chica proveniente de Inglaterra mientras Max la miraba embobado. Jae por su parte tenía la vista pegada a la ventana y no dejaba de tararear algo haciendo un pobre esfuerzo por creer que tenía audífonos. Qué patético.
Le pregunté a Micky quienes estarían en la fiesta y casi grito (y no exagero) cuando me dijo que Arashi estaría allí, que Otsuka Ai (quien todavía no se presentaba en el escenario del festival). Que iría Yamapi, y Súper Junior, también artistas de América como Radiohead, Shakira, Juanes y Christina Aguilera. Y de Inglaterra estaba Coldplay y Lily Allen. La mayoría de los artistas de Asia los conocía, pero a los de mi propio continente no tanto y menos a los de Inglaterra aunque siempre he sabido que a Belén le gusta mucho Coldplay.
-¿Y los presentadores van? –pregunté sin poder controlar las ansias de que iba a conocer a Otsuka Ai y a Matsumoto Jun (el primer amor asiático que tuve). Micky arrugó la cara pensando.
-No creo que los conozcas, son actores de Asia, ya sabes… doramas y esas cosas.
-Amo los doramas –le dije rápidamente con mi voz cargada de pasión que hizo que Jae se volviera de pronto a mirarme, pero yo ya estaba en otra órbita, rodeada de gente famosa y feliz mientras le pasaba la mano por el pelo a Jun (un pelo muy almidonado tengo que decir) y conversando con Otsuka Ai de sus canciones y de si podía ir siquiera una vez a Chile y…
-Estás pensando con la cara de nuevo –me dijo Jae. Yo lo miré sólo un segundo y luego le hice un desprecio volcando toda mi atención en Micky.
-¿Qué actores? –le pregunté.
-Mm, veamos… Rainie Yang, Kingone, no sé si los conoces, Mike He, Oguri Shun, Kim Hyun Joong, Joe Cheng, Inoue Mao y… a ver si me acuerdo…. Maki Horikita… ¿los conoces?
-¡Siiii! –grité muy feliz y sin poder contener mis ganas de sonreír. Daniela me hizo callar enfadada pero cuando supo de la gente que iría a la fiesta (en especial cuando se entero de que Mike He y Joe Cheng irían) se puso a gritar también, aunque no tan fuerte como yo… obvio. -¡Obvio que sé quienes son!
-Guarda silencio por favor –pidió Jae muy fastidiado de pronto.
-No hablo contigo –le dije.
No entendía su actitud si sólo la noche anterior me había llamado “su cómplice” y ahora me hacía sentir muy mal. Respiré hondo tratando de controlar las ganas de llorar y me repetí a mi misma que iba a ir a una fiesta con gente famosa e iba a ser muy feliz.
-¿De verdad los conoces? –preguntó Max dejando a Daniela que siguiera con sus ejercicios.
-Claro –le dije. Me sentía un poco rara hablando con otros miembros de DBSK, en especial con Max a quien le había hecho la broma del colchón. Lo miré unos momentos y él soltó una risa.
-No te preocupes, lo pasado es pasado…
-Pero a mi no me dices lo mismo –se quejó Jae.
-Porque tú no eres tierno… -se burló Max. Jae me mandó otra de sus miradas para luego volver la vista a la ventana.
-No te preocupes, está así porque no tiene a sus bebitos… -se volvió a mofar Max. Esta vez Micky le dijo que ya era suficiente y Max haciendo un mohín volvió a concentrarse en mi hermana.
-¿Y quién es tu favorito? –me preguntó.
-Matsumoto Jun –le dije sin pensar. Rápidamente expliqué el porqué. –Es que la primera persona asiática que me gustó fue él y…
-Si ya lo puedo notar –comentó Micky. –Te estás poniendo roja.
-Ay, cómo crees…
Pero sentía como mis mejillas se iban poniendo rojas y un calor me invadía de repente.
-Además –me apresuré a decir. –Está Otsuka Ai… yo… yo la amo…
Micky se puso a reír porque entendió mi “amor” por la cantante y entonces nadie más habló en la limosina y lo único que se escuchaba era a Daniela tratando de decir la palabra hello con otro acento.
El viaje sólo duró unos minutos más y de pronto me sentí incapaz de salir al exterior porque estaba lleno de periodistas por todos lados. Mi corazón comenzó a latir muy rápido en especial cuando vi que de otra limosina aparecía Jun y comenzaba a caminar hacia la puerta de entrada mientras se detenía a conversar con los periodistas y a sacarse fotos con algunas fans privilegiadas… no importa, me dije, tú lo tendrás toda la noche… Jae bufó porque de seguro que me había visto haciendo caras de nuevo, pero yo no le hice caso y esta vez me preocupé de no caerme con lo zapatos… aunque fueran de taco mínimo. Oí a Micky reírse mientras me ayudaba a bajar.
-¿Qué pasa? –le pregunté sin entender.
-Tu hermana no caminaba para nada bien con tacos –me dijo. –Veo que es de familia.
-Sólo nosotras dos, porque si lo ves bien –le dije señalando a Daniela quien bajó de la limosina como si fuera una reina y caminó del brazo de su “pareja” esa noche con tanta elegancia que me dio envidia.
-Ajá –me dijo Micky ofreciéndome el brazo para que caminara. Jae iba adelante mientras también se detenía a hablar con los periodistas y a dar autógrafos. –Vamos, Paloma.
Caminé muy torpemente, pero creo (y gracias a Dios que es así) que nadie me tomaba atención porque por Dios, Tohoshinki estaba en la alfombra roja y bueno, yo no era nada más que una simple occidental del brazo de Micky…
-¡Hey! –oí que alguien llamaba a mi compañero y le hacía señas.
Qué esto no sea un sueño, que esto no sea un sueño… que esto no sea un sueño… Jun se acercaba a nosotros muy feliz y estiraba la mano para saludar a Micky y luego a Max. Jae había desaparecido misteriosamente de la escena.
-¿Cómo estás? –preguntó Micky comenzando a caminar de nuevo, esta vez teniendo más cuidado conmigo, porque de repente yo había comenzado a ver Juns por todos lados y hasta Max y Daniela tenían cara de Juns y todo eso… cerré los ojos y los abrí tratando de volver a la realidad… y ahí seguía Jun conversando con Micky.
-Bien, bien –le respondió. Entonces reparó en nosotras que íbamos junto a los chicos. -¿Y ellas?
-Mm, chicas de Inglaterra, se ganaron un premio propuesto por SM Entertainment de un concurso de fans y ellas ganaron. –Le explicó Micky. La mentira sonó tan normal y me pregunté si no estaría acostumbrado a mentir respecto a este tipo de cosas.
-Oh –asintió Jun. Entonces me dijo algo en inglés que no entendí y me apresuré a hablarle en japonés.
-Sé tu idioma –le dije sonriendo. –Y prefiero hablarlo porque así lo practico.
-Ya veo –me dijo. –Gusto en conocerte, me llamo Matsumoto Jun. Soy actor y cantante.
-Si sé –murmuré.
-¿Eh? –preguntó Jun.
-Que dije que ya sabía, he visto alguno de tus dramas y he escuchado tu música.
-¿De verdad?
-Mejor los dejo hablando, yo me voy a conversar con la prensa. –Micky se soltó de mi brazo y me dejó plantada en el suelo. Si caminaba era muy posible que me cayera de boca al piso y eso delante de mi querido Jun no era posible. Daniela por su parte me dio una mirada y luego siguió su camino con Max el cual conversaba con algunas periodistas pero rápidamente se acercaban a la puerta de entrada. Entonces sucedió lo más maravilloso del mundo: Jun me ofreció su brazo y con él continué caminando.
-Es mejor que entremos –me dijo. –Ya he conversado con la prensa lo suficiente y veo que tú no puedes andar muy bien con los tacos así que…
-¿No… no te molesta?
-Qué, ¿ser tu muleta? No, para nada.
Mi, ¿mi muleta? ¿¿Mía de mi propiedad?? Iba a morir ahí mismo…
-Así que ya me conoces.
-No en persona claro, pero sí, ya sabía de ti.
Subimos unos escalones y él me agarró con más fuerza. Le sonreí agradeciendo el gesto y continuamos subiendo.
-No sabía que en Inglaterra me conocieran…
-Yo tampoco –dije mirando hacia otro lado.
-¿Qué dices?
-¡Ah!, que sí, que te conocemos…
-¿Y soy tan famoso como Tohoshinki?
-Bueno… -la pregunta me pilló desprevenida, me hubiera gustado decirle que para mí, él era más famoso que los chicos, pero en este último tiempo y dada las circunstancias, los chicos ocupaba un lugar bastante alto dentro de las celebridades de mi gusto.
-No respondas –me dijo sonriendo. Mi corazón de seguro iba a colapsar en cualquier momento porque en estos últimos días lo único que había hecho era aumentar su ritmo como caballo desbocado. –La verdad es que con que tú me conozcas viniendo de tan lejos, me hace feliz.
Y a mí, créelo amigo, estoy mucho más feliz que tú…
-¿Te parece si entramos? –me preguntó.
-Claro, lo que quieras…
Y así me abrió la puerta que nos hizo traspasar ese umbral entre los no beneficiados y nosotros, lo que en estos momentos tenían el mundo a sus pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario